Comunicado de la Coordinación Estatal de las Marchas de la Dignidad
El pasado sábado, en las calles de Madrid, se congregaron dos millones de personas, colectivos y pueblos de todo el Estado, en una manifestación que cualquier persona con un mínimo de humanidad debería secundar.
Reclamamos el no al pago de la deuda, fuera gobiernos de la Troika, ni un recorte más y pan, trabajo y techo para todas y todos.
Con un amplísimo apoyo popular, las Marchas de la Dignidad avanzaron durante más de 5 horas desde Atocha hasta Colón, en un ambiente de lucha y solidaridad entre pueblos, que no se recuerda en décadas. Una acción construida durante meses, a base de trabajo militante.
Desde que partieron, las Marchas de la Dignidad han recorrido todo el estado haciendo asambleas en cada lugar por el que pasaban, llevando una autentica democracia a cada pueblo y recibiendo la solidaridad de las gentes.
Frente a esta demostración de dignidad y democracia, el sistema no tiene ningún discurso que enfrentar, y su única respuesta es la represión:
La represión mediática, con el silencio absoluto desde todos los medios del régimen, hasta que la realidad se ha impuesto y se han visito obligados a recoger nuestra lucha.
La represión política, con declaraciones absurdas como las comparaciones con grupos de extrema derecha, con ayuntamientos prohibiéndonos pasar o pernoctar en sus municipios o autoridades locales increpado a compañeras y compañeros.
La represión policial, sufrida durante todo el camino, cuando la guardia civil desviaba a caminantes por caminos paralelos de tierra y piedras para dificultar su marcha, cuando la policía impedía que las asambleas transcurriesen con normalidad o realizaba registros injustificados en autobuses y turismos en las entradas a la capital. Pero especialmente cuando, una vez en Madrid, un despliegue policial desproporcionado, formado por 1.700 agentes de la UIP traídos de varios lugares del Estado, fue utilizado para amedrentar y reprimir al pueblo.
Antes de que la manifestación comunicada terminase, un ejército policial atacó sin miramientos a población civil indefensa.
Desde la propia megafonía del acto que se estaba celebrando en Colón, se pidió a los agentes que parasen su ataque, pero persistieron en la agresión. Una acción así, no se improvisa. Era un plan premeditado para disolver la manifestación y conseguir abrir los noticiarios televisivos con imágenes de violencia.
De nuevo los medios de comunicación del régimen han sido cómplices de esta represión llamando violentos a manifestantes que se defienden con lo que pueden, en lugar de señalar a un ejercito policial que usa porras, escopetas y gases lacrimógenos para vulnerar el legítimo ejercicio del derecho de reunión.
Exigimos al régimen que retire los cargos de todos los acusados, la libertad inmediata del compañero Miguel y denunciamos la tortura infligida a las personas detenidas. Asimismo exigimos la destitución de la delegada del gobierno y del jefe de policía de Madrid, a los que consideramos responsables directos del ataque, así como la dimisión de ministro del interior.
La dignidad está de parte del pueblo. No terminamos aquí. Seguiremos organizándonos, luchando y trabajando a partir de la movilización popular ya construida.
¡No es tiempo de lamentos, es tiempo de lucha!
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